Uno de mis dos monstruos está temporalmente controlado, lo tengo cogido de los cuernos, amansado en un algún rincón de  mi mente, que no despierte...que no despierte en mucho tiempo.
No ha sido fácil arrinconarlo, la lucha interna de estos días ha sido brutal, aunque por fuera no se ve... por dentro... la he ido notando, hasta quedarme realmente agotada...pero ahora... ahora duerme... duerme bestia.
Me queda la compañía del otro monstruo... la otra bestia que es más silenciosa, que actúa poco a poco... y no hay música que la calme... aunque ella es más tranquila, se que echa de menos a su compañera, querida bestia... tarde o temprano acompañarás a la otra, arrinconadas las dos en ese oscuro vacío de mi mente... allí...de donde nunca deberíais haber salido.
Ahora me impongo yo, ahora domino yo, ahora... ahora soy yo la que lleva las riendas, aún sin fuerzas, pero con ganas.

Sientes que has tocado fondo. Las cosas han ido empeorando hasta un punto insostenible. No sabes para dónde ir ni qué hacer.
Siempre es el momento justo para tomar una resolución que rectifique el rumbo de tu brújula interna, que es lo que permanentemente está junto a ti (el resto son circunstancias pasajeras, incluso pruebas, si así quieres considerarlo).
Más allá de los resultados que obtengas a corto plazo, y aunque la situación que genera tu estado finalmente se desplome, te tienes a ti mismo en todo momento y circunstancia.