No enredarse afectivamente con nada ni con
nadie. Posiblemente no consigas no sufrir pero sufrirás mucho menos; lo que
seguramente perderás en el trato es la posibilidad de disfrutar. Porque no hay
forma de disfrutar si estoy escapando obsesivamente del sufrimiento. Y la
manera de no padecer "de más" no es no amar sino que es no quedarse
pegado a lo que no está. La manera es disfrutar de esto y hacer lo posible para
que sea maravilloso, mientras dure. Quiero decir, vivo comprometidamente cada
momento de mi vida, pero no vivo mañana pensando en este día de ayer que fue
tan
maravilloso. Porque mañana debo comprometerme
con lo que mañana esté pasando para poder hacer de aquello también una
maravilla. MI idea del compromiso es la del anclaje a lo que está pasando a
cada momento y no a lo que vendrá después. Y creo que quedarse pegado a las
cosas es vivir cultivando el pasado, cultivando lo que ya no es. Es ocuparme de
los tomates que ya no están,, descuidando la lechuga que necesita de mí ahora.
¿Qué pasa si uno se anima a descubrir su
relación con el otro cada día, qué pasa si uno renueva su compromiso con el
otro cada noche? ¿Será esto una actitud "light", poco comprometida?
Yo digo que no. La herramienta para no sufrir
no debería ser el no compromiso sino el desapego. Si mañana esto que tanto
placer te da se termina, sé capaz de dejarlo ir, pero mientras está, TODO debe
ser compromiso. Yo no soy ejemplo de nada pero tengo sobre el punto una postura
que comparto con mi pareja. Mi esposa y yo tenemos un pacto entre nosotros que
establecimos hace más de treinta años y que determina claramente que el día que
alguno de los dos decida que no quiere estar más al lado del otro, deberemos
separarnos, no el día después, ese día. Creer que por esto yo no estoy
comprometido con mi esposa después de 26 años de casado, me parece una
liviandad. Yo creo que vivimos como cada persona que se compromete por amor en
lugar de creer que ama por compromiso Y esto no implica aferrar, ni pensar que
tu vida depende de ello, ni quedarse colgando del otro, ni retener a nadie. No
creo que la solución sea ser "light". Creo que la solución es estar comprometidamente mientras
dure y comprometidamente salirte cuando se terminó.
Comprometidamente pesquisar, detectar y evaluar si
esto que tengo es lo que tengo o es el cadáver de aquello que tuve. Y si es el
cadáver asumir el compromiso de deshacerme de él. No estoy para nada de acuerdo
con la falta de compromiso. Lo que pasa es que creo que compromiso no quiere
decir apego, quiere decir poner toda mi energía al servicio de esto que está
pasando, y también en función de separarme de lo que se terminó. Y yo digo, a
veces no soltar es la muerte. A veces la vida está relacionada con soltar lo
que alguna vez nos salvó. Soltar las cosas a las cuales nos aferramos intensamente
creyendo que tenerlas es lo que nos va a seguir salvando de la caída. Todos
tenemos una tendencia a aferrarnos de las ideas, a las personas y a las
vivencias. Nos aferramos a los vínculos, a los espacios físicos, a los lugares
conocidos, con la certeza de que esto es lo único que nos puede salvar. Creemos
en lo "malo conocido" como aconseja el dicho popular. Y aunque
intuitivamente nos damos cuenta de que aferrarnos a esto significará la muerte,
seguimos anclados a lo que ya no sirve, a lo que ya no está, temblando por
nuestras fantaseadas consecuencias de soltarlo.
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