martes, 26 de marzo de 2013

hug me

No te asustes, si ves que me comporto como un animal salvaje.

Si de pronto me crecen las uñas como garras afiladas e intento sacarte los ojos cuando tú sólo quieres contemplarme, como un niño bobo en el escaparate de una pastelería.

Si de mi boca brotan sapos, culebras y sanguijuelas, cuando tú sólo pretendes decir lo mucho que me quieres, sin siquiera saber lo que significa esa desazón que te sube por la garganta.
Si mi vientre de loba grita pidiendo sangre y enrojezco de pura rabia, no te vayas, no me temas, tan sólo….
….atácame por la espalda,
a traición,

como un animal de presa, y clávame los dientes en el cuello, inmovilizándome.

Cúbreme como a las fieras, antes de que ni siquiera pueda defenderme.

Átame a la cama, pégame, pellízcame, apriétame fuerte los brazos y los muslos si ofrezco la más mínima resistencia. Agárrame del pelo, azótame como a una niña mala y descarga sobre mí toda tu rabia.

Lo merezco, me lo estaba buscando.

Dime después que lo sientes...que no querías ser tan brusco, que nunca volverá a suceder (mientras cruzas los dedos detrás de la espalda)

Verás que de repente puedo volverme tan pequeña, y adorable, tan sumisa y complaciente…

Soy domesticable.


"Ana Elena Pena."

2 comentarios:

  1. Mucho ánimo, aunque yo sea solo una persona anónima. Tienes que ser fuerte, ya bastante que estás haciendo el esfuerzo, ahora solo queda tirar para adelante. Saludos y mucha suerte ;)

    ResponderEliminar